viernes, 27 de febrero de 2009

¿PUEDE CAMBIAR LA ESCUELA SI LOS DOCENTES SOMOS LOS MISMOS? Módulo BATA

Son diversas las variables que inciden en el aprendizaje o no aprendizaje de los niños y jóvenes de nuestras escuelas públicas. Pero sólo si se producen cambios sustanciales que permitan un acceso equitativo a los avances tecnológicos “….lograremos que el sistema educativo no se distancie cada vez más de las necesidades formativas y educativas de los niños y adolescentes actuales”[1]
Norbert Wiener[2] sostiene que el “valor social de la información está vinculado a su transparencia y capacidad de circulación”, por lo que, hasta tanto el acceso a la tecnología no sea masivo y por lo tanto “invisible” su presencia, el primer punto del documento firmado por los representantes de los países participantes en la primera fase de la cumbre mundial de la Sociedad de la Información que hace referencia a la construcción de una sociedad de la información centrada en la persona, en la que todos puedan crear, analizar, interpretar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, será sólo una utopía.[3]
Los efectos que han generado las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad aun no pueden ser valorados en toda su magnitud ya que, tal como lo sostiene Begoña Gros[4] “……….los cambios cognitivos no son rápidos. Hemos tardado muchos siglos en conocer la influencia de la escritura en el pensamiento y no es posible saber cómo las tecnologías de la información y la comunicación van a alterar nuestra cognición. Lo que sí resulta claro es que la alteración llegará no por el hecho de usar los ordenadores ocasionalmente sino cuando se haya producido una apropiación de la tecnología.”
Resulta paradójico, que los avances tecnológicos que dan lugar a la Sociedad de la Información prometiendo brindar oportunidades para alcanzar niveles más elevados de desarrollo, no han podido zanjar las desigualdades de acceso a dichos avances. En otras palabras, hay grandes sectores que permanecen al margen de sus beneficios y sus ventajas, produciendo una mayor fragmentación social. Como dicen Tarasow y Pedregal[5] las tecnologías no son ni “buenas” ni “malas”, ya que dependen de los contextos, se encadenan con los usos e intereses sociales, pero tampoco son neutras, ya que su configuración condiciona, restringe o amplía las maneras sociales de hacer las cosas (producir, comunicar, etc).Aun si este acceso a la tecnología fuese masivo, si no superamos el reto actual, donde no sólo tienen que aprender los estudiantes sino las propias escuelas y sus docentes, la situación no va a sufrir grandes modificaciones. Pero revisemos algunas cuestiones.¿Cómo se aprende a enseñar? Las experiencias fundacionales del “ser docente” se adquieren en el propio proceso de aprendizaje, cuando el rol de alumnos determina las primeras representaciones de la docencia.
Los cambios que necesita la Sociedad, requieren de nuevas definiciones del trabajo del profesor, la profesión docente, la formación docente y su desarrollo personal. Para cambiarlas se necesita intencionalidad, deseo, autocrítica.

En este marco, quedan claras las diferencias entre las posibilidades de los sistemas educativos y las necesidades de la sociedad, en donde las nuevas culturas infantiles y juveniles “…..tienen conocimientos que no tienen las viejas generaciones”[6] y el acceso al conocimiento y su distribución es masivo. Esto modifica la estructura jerárquica de la escuela obligando a los actores a tomar nuevos posicionamientos en ese sentido.

[1] Begoña Gros
[2] Wiener Norbert
[3] Levis Diego
[4] Begoña Gros
[5] Tarasow Fabio y Pedregal
[6] Begoña Gros

1 comentario:

Anónimo dijo...

otra prueba. vero